Un vistazo a las Habilidades del siglo XXI

En un mundo donde la tecnología avanza a gran velocidad, los modos de vida tradicionales han sido reemplazados por una realidad cada vez más digital. En este contexto, las llamadas Habilidades del siglo XXI adquieren relevancia, y no solo como catalizador del progreso, sino también como un skillset digno de adoptar en todas las etapas de nuestra vida.

Estas habilidades se clasifican en tres grandes grupos:

Las cuatro C’s

En una de sus definiciones más simples, el pensamiento crítico consiste en evaluar y analizar la información que recibimos con la finalidad de emitir un juicio basado en la razón. En esta dinámica interviene una serie de cuestionamientos que permitirán un entendimiento más profundo de los estímulos que recibimos del exterior.

Entre otros muchos beneficios, pensar de forma crítica nos permite adoptar una postura activa frente a las noticias y contenidos que consumimos a diario a través del internet y de las redes sociales. Sin el desarrollo apropiado de esta habilidad, los jóvenes son más propensos a caer en las trampas de la desinformación y las noticias falsas.

El desarrollo de la creatividad será esencial en un entorno laboral cada vez más competido, en donde se exigen fórmulas innovadoras para incrementar la productividad y, por ende, la rentabilidad del negocio. Tener la capacidad para encontrar nuevas soluciones a los retos presentes y futuros, será considerada como una facultad de alto valor entre los empleadores y la sociedad en general.

Para una formación integral, las anteriores habilidades deberán conjuntarse con el fomento de la comunicación efectiva y la colaboración. Recordemos que el adecuado intercambio de mensajes es la clave para lograr el entendimiento mutuo. En este sentido, tanto la comunicación verbal como escrita suelen determinar la calidad de nuestras interacciones personales.

Entendiendo el mensaje

En este contexto de creciente exposición mediática, debemos estar preparados para saber digerir, analizar e interpretar los contenidos que consumimos. Para ello, será conveniente formular una serie de cuestionamientos alrededor de cada uno de los componentes que integran las piezas informativas.

A continuación, se presentan las preguntas claves que debemos hacernos para validar nuestro consumo de medios:

Emisor: ¿Quién creó el mensaje? ¿La fuente es confiable? ¿El mensaje fue enviado por un medio de comunicación reconocido, la iniciativa privada o un ciudadano?

Mensaje: ¿Qué es lo que dice? (tema, argumento, datos de respaldo). ¿La información se presenta de forma lógica? ¿Cuáles son los puntos de vista que transmite el mensaje? ¿Qué argumentos son omitidos? ¿Qué videos, sonidos o imágenes capturan mi atención?

Medio: ¿Qué tipo de formato se utiliza para difundir la información? ¿Cuáles son las fortalezas o debilidades del formato?

Receptor: ¿A quién va dirigido el mensaje? ¿En qué medida diferirán las personas al interpretar el mensaje?

Contexto: ¿Cuál es el propósito del mensaje? ¿Quién controla la transmisión del mensaje?

Destacando en lo cotidiano

El último grupo de habilidades (también conocidas como FLIPS por sus siglas en inglés) están orientadas a la regulación de comportamientos y actitudes frente a los posibles obstáculos que puedan surgir en el camino. De igual manera, tienen que ver con la toma de decisiones, la construcción de redes interpersonales, la adecuada gestión del tiempo y la productividad.

Las 5 habilidades para la vida son:

Flexibilidad: es la cualidad para ajustarse a los imprevistos. Cambiar de dirección cuando la situación lo amerite, en aras de mejores resultados.

Liderazgo: se trata en sí mismo de un conjunto de habilidades que se orientan a la dirección de personas para lograr un objetivo en común.

Iniciativa: nos permite generar nuevas ideas e implementarlas, dando un paso al frente para proponer caminos alternativos.

Productividad: no solo consiste en producir más en la menor cantidad de tiempo posible, sino también de saber distribuir nuestras actividades con la finalidad de aprovechar el día de la mejor manera posible.

Sociabilidad: facultad integradora que hace posible las redes interpersonales, la cooperación deliberada entre pares y la comunicación asertiva.

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